lunes, 20 de enero de 2020

Mi primer parto.

El año ha comenzado intenso. Mi nuevo sobrino se ha adelantado una semana.

Su madre, una de mis mejores amigas, me pidió que me fuera a su casa ya que el padre, por trabajo, estaría como a 600km y ese último tramo no lo quería pasar sola "por si acaso".... por si acaso bastaba que el padre se fuera el domingo por la tarde para que ella se pusiera de parto a las 4 de la mañana. Seeeh... la fiesta estaba servida... y no, pese a lo que se podía esperar, no corrí dando círculos en pánico por el salón. 

Solo eran las 5 cuando le pregunté a mi amiga si quería algo de comer. En el parto del primero paso hambre... mucha. Su cara se empezó a iluminar ... "Garbaaaanzoos!" . Eh? había oído mil cosas raras de antojos de las embarazadas pero Garbanzos?? en serio?. Se fue a la cocina y de la olla que había preparado para comer el lunes se sirvió, no un plato... EL PLATO!! 

Queridxs quedaros con quien os mire como mi amiga miraba a aquel plato de cocido a las 5 de la mañana!!! Que manera de disfrutar comiendo... 

Que me corrija la ciencia, pero yo creo que aquello aceleró el parto. Obviamente, no hay espacio suficiente en ese cuerpo para la garbanzada y el niño. Así que a las 8:30 estaba llevando al mayor, que tiene dos años, a la guardería, mientras su madre intentaba sonreirle pese a las contracciones cada vez más frecuentes. La pobre criatura estaba completamente desubicada y me miraba con desconcierto. "por que mi tía de los pelos locos me lleva a la guarde y no mi madre? por que parece que mi madre se va a cagar en cualquier momento es que no tiene pañal como yo? y lo mas importante... por que tan temprano??" 

Volví volada a casa y cinco minutos después estábamos en un taxi camino del hospital. Derechitas a la sala de parto. Enfermeras dando vueltas por la camilla, la matrona entrando y saliendo, mi amiga retorcida en cada contraccion, yo petrificada intentando no estorbar y las enfermeras invitandome a participar. En mi cabeza solo una frase se repetia... "No le des la mano que en una contraccion te la revienta" asi que a base de masajes y palabras de animo a las 10 el niño estaba fuera sanote y presumiendo de pulmones.  Que momento mas bonito!

Ahora lo pienso en frio y me maravillo de no haberme caido redonda entre los gritos y la sangre... Soy fuerte, pero mi amiga y todas las madres del mundo lo son mas!



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